Hoy es muy común ver niños sentados en una andadera y corriendo por toda la casa, sin embargo, retrasan el inicio del caminar en los niños. El principal riesgo que representan son las LESIONES y/o MUERTE en niños menores de 15 meses.

SON PELIGROSAS AÚN CON LA SUPERVISIÓN DE UN ADULTO porque los bebés se pueden desplazar ¡1 metro por segundo! tiempo perfecto para que ocurra un accidente, y en el cual los padres o personas a cargo, no pueden reaccionar.

Un niño en andadera tiene cuatro veces MÁS RIESGO de caerse de un segundo piso que uno que no está en este aparato. Dos veces más posibilidades de fracturas y el doble de riesgo de quemaduras y de heridas por objetos.

Al ganar altura en la andadera y desplazarse fácilmente, los niños pueden alcanzar ollas de la estufa, jalar manteles con comida caliente, alcanzar estantes con medicamentos o sustancias tóxicas, incluso caer en una alberca o en las escaleras.

También hay riesgos de daños físicos, como DISPLASIA DE CADERA, debido a que la andadera favorece que el bebé apoye su peso sobre las caderas cuando aún NO ESTÁN PREPARADAS para soportar ese peso.

NOTA IMPORTANTE: Si ya tienes una andadera, DESHAZTE de ella por la seguridad de tu hijo. También es importante asegurarse de que no hay andaderas en los lugares en los que el niño es cuidado (guarderías, estancias, en casa de los abuelos, etc.)