⚠Dado que el cordón umbilical puede ser un foco de infección para el cuerpo del bebé, es importante brindarle los cuidados adecuados:
•NO poner tintura púrpura u otro antiséptico.
•NO poner alcohol.
•NO poner leche materna, hierbas, ceniza u otras sustancias.
•Mantenerlo seco.
•Mantenerlo expuesto al aire.
•Darle baños de esponja con agua tibia y jabón neutro, y dejar secar.
•NO ponerlo en una tina con agua hasta que el cordón haya caído.
•NO tratar de jalarlo, ni siquiera si sólo pende de un hilo.
Asegúrate de que el cordón no tenga una infección, lo puedes saber con estos signos:
•Humedad en el cordón.
•Secreción amarillenta y mal oliente.
•Enrojecimiento, hinchazón o sensibilidad de la piel alrededor del cordón.
•Signos de que el bebé siente dolores en la zona del ombligo.
•Sangrado del extremo del cordón o de la zona próxima a la piel.
Si la infección es más grave, el bebé puede presentar:
•Alimentación deficiente.
•Fiebre de 38°C o superior.
•Letargo.
•Tono muscular deficiente y flácido.
De ser así es necesario acudir urgentemente con su médico.
Si el cordón se jala demasiado pronto, se podría iniciar un sangrado activo, lo cual significa que cada vez que se limpia una gota de sangre, aparece otra, si el cordón sigue sangrando, llame al pediatra de inmediato.
Algunas veces, en lugar de secarse por completo, el cordón formará tejido cicatricial rosado, llamado granuloma. Este granuloma drena un líquido amarillento y claro. Esto desaparece con frecuencia en alrededor de una semana. Si no lo hace, llame al pediatra.
Si no ha caído en 4 semanas, llame al pediatra. Puede haber un problema con la anatomía o el sistema inmunitario del bebé.