El número de respiraciones por minuto es superior que en los adultos y, en consecuencia, en las mismas condiciones inhalan con más frecuencia el humo ambiental y por tanto más productos químicos.
Actualmente más de un 10% de los niños menores de 14 años están expuestos diariamente al humo del tabaco en su hogar.
Estar 8 horas en un lugar cerrado con una concentración elevada de humo de tabaco puede equivaler a fumar unos 16 cigarrillos.
Esto es lo que pasa:
- 50% más de otitis: la exposición al humo del tabaco causa inflamación y obstrucción provocando dolor e infección. Las infecciones de oído son la causa más común de pérdida de audición.
- 20% más de crisis asmáticas: el humo del tabaco puede incrementar la frecuencia de ataques asmáticos.
- 30% más de infecciones respiratorias: puede causar infecciones tales como la neumonía, bronquitis y bronquiolitis.
- Mayor probabilidad de irritaciones de mucosas (garganta, ojos y nariz): la exposición al humo del tabaco provoca irritaciones en las mucosas. En los ojos provoca malestar físico como escozor y excesivos parpadeos.
- Mayor número de ingresos hospitalarios: los hijos de padres fumadores o niños expuestos al tabaco por largos periodos de tiempo tienen un mayor número de ingresos hospitalarios durante su primer año de vida.
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